10 noviembre 2007

TUS REGALOS DEBERÍAN DE LLEGAR

has enterrado la peor espina
en mi dorsal costado
meciste lo que sería la necedad

estaba en tu pecho
la teta del apetito infernal

oh maligna hubiera cantado el poeta

pero vos sobre tus columnas de humo
edificabas el hogar de los noctámbulos
mientras caminabas por la ciudad vacía

viste el alma del hijo pródigo
asomar en la ventana

viste la fugacidad del sueño

fue del árbol de la vida que sacaste tu arma
feroz


Hugo