
Cuando uno llama a un lugar, pregunta por alguien o por algo, y un/una telefonista le dice que "aguarde" una cierta cantidad, determinada o indeterminada, de tiempo, o que "aguarde" a secas, uno no tiene que creer que se le está diciendo que espere. La palabra "aguarde" en este tipo de contextos, tiene otros significados. Acá va una lista de las cosas que puede querer decir, en lugar de "espere":
1. No espere nada de mí.
2. Cuando yo vuelva a hablar con usted, no me voy a acordar de lo que acaba de preguntarme.
3. La persona con la que usted quiere hablar no tiene interés en atenderlo.
4. Hágase la ilusión de que mientras usted espera yo voy a averiguar algo que me pregunta; el hecho de ver luego destruida su ilusión es algo muy placentero para mi.
5. No puedo ser molestado por más tiempo que el que usted empleó para hacerme esa pregunta, así que ahora quédese con la musiquita hasta que yo responda.
6. Con esa pregunta ya me molestó bastante; ni sueñe con que me voy a molestar a mí mismo tratando de conseguirle una contestación.
7. A mis superiores les molesta que usted llame y pregunte cosas; y a mí, que entré en esta empresa con el afán de progresar y acceder a puestos superiores, también empieza a molestarme.
8. Mis superiores no me pusieron a atender el teléfono para dar respuestas a sus preguntas, sino para evitar que usted acceda a hablar con ellos.
9. En relación a lo que usted me pregunta no pienso hacer nada más que lo estrictamente necesario para conservar mi puesto.
10. En relación a lo que usted me pregunta no pienso hacer nada.
11. Este es un servicio de atención al cliente en abstracto, al cliente genérico formado por el conjunto de clientela que paga nuestros sueldos. Pero no tenemos nada que decirle a un cliente específico e insignificante como usted, cuyo aporte a nuestros ingresos es despreciable y no merece de nuestra parte ninguna consideración.
12. Si llama para reclamar por algo o para protestar, es porque no es un cliente típico de nuestra compañía, ya que no se traga nuestra publicidad y no cree en las mentiras de las que tratamos de convencerlo. Así que no hay nada en que lo podamos ayudar, ya que nosotros no trabajamos para usted, sino para el resto de la masa que todavía cree en nosotros. En el momento en que uno deja de creer, es sustituido por otro que creyó en nuestra publicidad,¡ y justamente acaba de llamar para abonarse a nuestros servicios!.
L.Maslíah "Cuentos impensados" (se nota que me compré el libro??)