Barra del Chuy-Rocha- Abril/09
No quiero una voz de ausencia,
quiero una de presencia,
de brutal grito, de ecos celestiales,
de romper tímpanos y
cerrar puños,
de romper vidrios y caricias
sin llegar tarde
al recuerdo de una cita.
No quiero una voz de ausencia
la quiero de presencia
dentro de mis odios, mis oídos,
bajando por mi espalda,
provocando el vértigo
que marea y embriaga
contra viento y marea
que talla y se estampa como cicatriz.
Yo no quiero tu voz, sin voz (vos).