
A J.C.Onetti
Quizá sea este viento burlón y frío, el que en última instancia logre disipar nuestros fantasmas.
Quién sabe, a lo mejor esta noche la espera culmine, el amor admita y las palabras imiten la felicidad que guardan los viejos muros.
Puede ser; pedir y no inventar nada, cerrar el álbum dónde las fotografías hablan de fortalezas lejanas y nuestro pozo ahogue debilidades tan cercanas.
Dame un trago y un cigarrillo, esta noche todo da lo mismo. La ola llegó para quedarse, en el texto y el contexto de esta aldea, al borde del mar, al filo de la solitaria noche, punto de partida de todo sobreentendido.