18 enero 2010

Viceversa


















No existe lo justo.

Lo necesario pasa sin tocarme,

y asumo el pretexto para dejarlo pasar.

Sigo contando estrellas.

La Cruz del Sur crucifica sueños

y detiene los vientos para no dejarme dormir.

Las grullas están atrapadas por la cuerda que las atraviesa,

y yo maldita, atravesada por la misma cuerda,

sin poder planear.

Mido la distancia que nos separa del sol

y encuentro el motivo del peso de mis ojos,

y escribo sin juicio en espera de todos los tiempos.

Es inútil cerrarse el sobretodo de los días

que pasan sin defensa propia,

sin sentir el pulso de mi iris abriendo

y cerrando a cada diente tuyo.

No existe lo justo y necesario,

y viceversa, amor y viceversa, que siga soplando fuerte.