El silencio obstinado y estridente del domingo
recubre con pasmosa quietud los demonios llamados a guardar. Los muy arteros
habían vuelto a escaparse para hacer de las suyas aquella interminable noche de
viernes... Y yo que creía haberlos noqueado hace rato.
Pero no, ahí estaban nomás, bien intactos, bien sanos y bien salvos. Habrá que fumigar un poco mejor.
Furiosos por haber sido arreados a su celda después de la frenética escapada, se me debaten en un lugar recóndito del alma que parece quedar muy cerca de la pobre panza. Y ojalá este desasosiego se curara con Buscapina.
Pero no, ahí estaban nomás, bien intactos, bien sanos y bien salvos. Habrá que fumigar un poco mejor.
Furiosos por haber sido arreados a su celda después de la frenética escapada, se me debaten en un lugar recóndito del alma que parece quedar muy cerca de la pobre panza. Y ojalá este desasosiego se curara con Buscapina.
Domingo, silencioso domingo, silencio y a
guardarse!
Mañana saldrás de nuevo a esta aldea gris,
sanita y salva, con el sobrado domingo silencioso aún en tu cabeza, solo hasta
tomar 8 de Octubre, ahí serás arreada en el asiento del ómnibus- con suerte, si
te toca!-