Yo no conozco el infierno
mas he sentido sus duras manos
mas he penetrado sus húmedas carnes
porque no se puede amar ante una flor de rodillas
yo no conozco el infierno.
Ya no me queman los fuegos
mas he subido sus duras crestas
mas he tocado su vientre azul
que me ha dejado un rumor de carbones como labios
yo no conozco el infierno.
Pero sentada la torre
doblado el caballo
echado el obispo
muerto el soldado en una sed mortal de escaques…
Ya no me queda fuego para volverme vientre
ya no me queda flor para sentirme carne
ya no me queda pierna para subir la cresta…
Ya no conozco el infierno.
C.Vanessa