Y mientras dura la mala racha, pierdo todo.
Se me caen las cosas de los bolsillos, y de la memoria:
pierdo llaves, lapiceras, dinero, documentos,
nombres, caras, palabras.
Yo no sé si será gualicho de alguien
que me quiere mal y me piensa peor,
o pura casualidad,
pero a veces el bajón demora en irse y yo ando
de pèrdida en pèrdida, pierdo lo que encuentro,
no encuentro lo que busco, y siento mucho miedo
de que se me caiga la vida en alguna distracción.
E.Galenao