15 marzo 2008

De Imogen Cunningham a Antonio González

¿CÓMO SERÉ...

¿Cómo seré o
cuando no sea yo?
Cuando el tiempo
haya modificado mi estructu
ra,
y mi cuerpo sea otro,
otra mi sangre,
otros mis ojos y otros mis cabellos.
Pensaré en ti, tal vez.
Seguramente,

mis sucesivos cuerpos
-prolongándome, vivo, hacia la muerte-
se pasarán d
e mano en mano
de corazón a corazón,

de carne a carne,
el elemento misterioso
que determina mi tristeza
cuando te vas,
que me impulsa a buscarte
ciegamente,
que me lleva a tu lado
sin remedio:
lo que la gente llama amor,
en suma.

Y los ojos
-qué importa que no sean estos ojos-

te seguirán a donde vayas, fieles.


ESO ERA AMOR

Le comenté:

-Me entusiasman tus ojos

Y ella dijo:
-¿Te gustan solos o con rimel?


-Grandes, respondí sin dudar.
Y también sin dudar
me los dejó en un plato y se fue a tientas.


ELEGÍA PURA

Aquí no pasa nada,
salvo el tiempo:
irrepetible
música que resuena,
ya extinguida,
en un corazón hueco, abandonado,
que alguien toma un momento,
escucha
y tira.