19 abril 2009

No se que haría si te encuentro


En abril del 2008 escribí este cuento; recuerdo que al leerselo a dos o tres personas tuve el mismo éxito que El Dirigible.....así que pueden nomás decir que no entendieron un pomo.







“Tenía los ojos muy lejos.......un cigarrillo en la bo o o o ca...........”.

Necesité darme vuelta, y escuchar que alguien, repitió detrás de nosotros, la misma canción, que Nito y Charly cantaban sobre el escenario. De pronto estaba ahí .

Me voy – me dijiste- es decir, nos vamos.

No, yo me quedo, sabés que no cantarán nunca más, que este es el Adiós . No me voy.

Te repito, nos vamos.

Sólo sentí calor en mi hombro, un golpe y como tus manos se acercaban a mis ojos, arrancándolos de sus huecos. Cerré los ojos .

¿Qué hacés? Son mis ojos, te grité

Quién te dijo que son tuyos? No creas que son tuyos, no te pertenecen, son nuestros, de todos nosotros.

Grité, tosí, y volví a gritar, quería llorar, no podía.

Mirá lo que lograste, no puedo llorar.

Ya te dije, no son tuyos y tus lágrimas tampoco.

“ yo era el Rey de este lugar, tenía mil capas de seda fina desde el Palacio se veía el mar y en jardín la corte reía , teníamos sol, vino a granel y así pasábamos los días.........”

Abrí los ojos, Alex estaba ahí.

Alex, traía las entradas desde Buenos Aires, junto con el póster que pegamos en la pared , frente al espejo.

Alex, estaba en el póster, y sonreía.

Hola flaca!

Qué hacés ahí........vos........ estás muerto.

¿Y?

No respondí.

Yo tengo tus ojos – me dijo- Te acordás cuanto me querías?

Si , nunca te lo dije.

Esto no tiene sentido. Debía encontrarte sin ojos entre la gente.

Trepada al tren ,que no te esperó, crucé la noche fría, demasiado fría, con los ojos abiertos ¿ qué es esto?.

“Escondido atrás de su escritorio vi un ser bajo, pequeño ,correcto y gentil, atiende los teléfonos y nunca está, mira a su secretaria imaginándola desnuda y en su cama y vuelve a trabajar.........”

Yo sé donde está y que hizo con tus ojos.

¿Dónde?

La información no es gratis

¿Qué querés a cambio?

Las entradas y a vos.

Le dije que sí, que me acompañara, que no las tenía conmigo, iríamos a buscarlas.

Atrás del escenario, en un rincón oscuro, lleno de cables, nos pusimos de acuerdo: primero yo, después las entradas.

¿Tenés condón?

Si, cual querés?

Metió la mano en el bolsillo, y de ella se elevaban al cielo miles de globos de colores. Dentro del globo azul, iban mis ojos.

No los dejes ir,- grité

Ya es tarde. Ahora se van al cielo, como los ángeles y los muertitos.

¿Qué es esto? Es loco, es cruel .Quiero regresar, ahí donde estamos todos, donde el blanco solo está en los ojos, ..................

“El era un fabricante de mentiras, tenía las historias de cartón, su vida era una fábula de lata, sus ojos eran luces de neón, y nunca tengas fé, que sus mentiras pueden ser verdad...”

Descubrí una lengua larga, que subía y bajaba por mi oreja.

Descubrí una calle llena de mariposas nocturnas que se posaban en mi cabeza y en la lengua larga, hasta caer en tobogán por mis piernas, a mis pies.

¿Dónde estamos?. Pregunté

En casa.

Esta no es mi casa. No tiene ventanas, y la puerta no es azul.

Es lo mismo ¿ves? - señalaste unos boquetes que había en las paredes- son ventanas igual. Yo puedo abrirlas pero la verdad, es que no lo hago nunca. ¿Para qué? El tiempo lo hace por mí.

Tenés razón, y por mí también. Entonces, lloré.

Lloré, lloré mucho, porque esa, no fue una más de tus mentiras.

Ella toma el ascensor a la mañana sin temor a que se caiga, baja en el 5to, piso y toca con dos golpes a la puerta C, se abre y entra Mariel............”

Ya daba por perdidos mis ojos, sola no podría encontrarlos.

Pasó un hombre, vestido de Capitán. Su gorra cayó al piso, cuando con una reverencia, me saludó.

Creo que no reparó, que yo, no tenía ojos.

Es muy tarde para que andes sola por la calle.

Nunca es tarde

Que sabrás vos, si es tarde o no!

Siguió su camino y cuando ya estaba lejos, le grité:

Nunca viví en un 5to pisooooooooooooooooooooooo.

“Yo miro por el día que vendrá, hermoso como un sol en la ciudad, y si me escuchas bien, creo que entenderás, porqué yo esperé en vano, que me dieras tu mano....”


Jamás pensé que volvería sobre sus pasos. Cuando estuvo frente a mí, me gritó:

Y yo nunca leí a Niestcheeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee

Yo tampoco. Le dije


Comenzó a llover y la fina cortina de agua apenas dejaba distinguir las sombras de la noche, solo sentía su voz, diciéndome:


Nunca te había visto antes. Nunca más te veré . Nunca te daré mi gorra, ni me tendrás de ninguna forma. Nunca te enseñaré a morir. No sabrás que gusto tiene mi lengua ni mi boca. No puedo acariciar tu rostro, si no tengo manos; no puedo saber tu nombre si no oigo tu voz. No puedo devolverte los ojos, porque ya son míos. No puedo ser vos y yo al mismo tiempo. No tengo tus años ni los míos. No puedo adivinar el futuro. Todo es tan confuso.


Todo es tan absurdo, le dije.


Lloverá siempre, dijo él.