20 marzo 2011

mirada










Después de la luna

abren sus ojos los poetas,

prolongan sus notas hasta quedarse sin aire

y sobre la vida nueva,

con manos atadas de hojas

resbalan y rebotan

entre el ir y venir de alguna ola



Me inclino a pensar

que no se dan por vencidos

tenaces liberados de tanta siesta,

cada uno imaginando, que él- acaso él-

pueda comprender el último sentido

de aquella insólita metáfora

escuchando el llanto

de sus temidos fantasmas