
Encontré el hueco perfecto para mi cabeza
en el preciso moretón debajo de tu cuello
todo encaja,
el rompecabezas perfecto, el unecabezas perfecto.
Ni siquiera el aire tiene permitido el paso,
menos, tus pensamientos y los míos,
y mucho menos,
el tiempo
que busca insistentemente
escribir sobre mi cara: aquí estuve yo 2008.
Mientras tanto respiramos,
poco importa el mar que nos rodea,
el olvido que vendrá
y el perdón de los pecados.
Encontré el hueco perfecto para mi cabeza
último moretón de mi búsqueda,
basta con arrimarme a tu corazón
y buscar en el ajado,
el abrazo de este sueño sin manos.